jueves, 17 de marzo de 2016

LAS 4 ÍES


"InstintoEstá situado debajo del nivel de la conciencia, pero protege y gobierna los hábitos y la vida del organismo. Gran parte de la vida emocional es regida de este modo. El instinto controla por intermedio del plexo solar y de los centros inferiores

Intelecto. Es autoconciencia inteligente que guía y dirige la actividad de la personalidad integrada, por medio de la mente y el cerebro, actuando a través de los centros laríngeo y ajna.

Intuición. Se refiere predominantemente a la conciencia grupal y, oportunamente, controlará nuestras mutuas relaciones, cuando funcionemos como unidades grupales. Actúa a través del corazón y del centro cardíaco, y es ese instinto elevado que permite al hombre reconocer y someterse a su alma y también a su control e impresión de la vida.

Iluminación. En realidad esta palabra debería emplearse para designar a la conciencia superhumana. Este instinto divino permite al hombre reconocer el todo del cual forma parte. Actúa mediante el alma del hombre, utilizando el centro coronario y, eventualmente, inunda de luz o energía a todos los centros, vinculando al hombre conscientemente con las correspondientes partes del divino Todo.

La tendencia a la síntesis constituye el instinto inherente en todo el universo y, sólo ahora, el hombre está percibiendo su proximidad y potencia." 

- Tratado sobre los 7 Rayos. Vol. 2. Psicología Esotérica II -
 (Capítulo I. -IV- Reglas para Obtener el Control por el Alma)

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4 íes por medio de las cuales la conciencia del ser humano va desarrollándose paulatinamente y por un extenso periodo de tiempo. El instinto, heredado de la pasada etapa animal. El intelecto, facultad del ser humano que le permite, a nivel individual, ir evolucionando. La intuición, que conecta al individuo con su grupo. La iluminación, que lo traslada a otros estados de conciencia mediante los cuales se identifica con una Entidad Superior y sabe el lugar que ocupa en la Misma.

Un factor a tener en cuenta y que me llamó la atención y me hizo reflexionar (aunque probablemente a nuestro nivel humano no tenga relevancia), es el de "Este instinto divino" (refiriéndose a la iluminación).

Según se entiende, a niveles superiores o del Logos, todo lo que representaría los reinos inferiores y el nuestro (entiendo yo), al ser "un instinto divino" se encontraría por debajo del nivel de conciencia del mismo. Probablemente, y a voluntad, si lo desease podría ser consciente de los 4 reinos, pero a nivel de Su "Inteligencia", no formemos parte de ella (conscientemente hablando al menos).

Quizás cueste de aceptar, pero siguiendo las analogías que tanto aconseja el Maestro, de la misma forma que nuestro instinto y funciones corporales se hallan por debajo de nuestro nivel de conciencia,a Su nivel, también debería de ser así. Además, parece lógico pensar que en sus altos niveles no deba de estar pendiente de nosotros (jerárquicamente otros seres ya se encargan de ello).

Dani

viernes, 11 de marzo de 2016

EL ALMA. ¿QUÉ ES Y CUÁL ES SU FUNCIÓN? (Reflexiones personales)


Basado en las enseñanzas del Maestro, voy a atreverme a dar mi visión sobre un tema tan complejo como lo es la definición y función del alma.

Es un punto de vista personal y por tanto sujeto a posibles errores de interpretación. Por consiguiente, salvo en los casos en que lo escrito sea extraído literalmente de los libros del Tibetano, deberá de tenerse en consideración lo anterior, tanto en este como en futuros artículos que puedan aparecer en el blog.

Soy consciente de que habrá lectores que dominarán el tema y no representará nada nuevo para ellos, pero los habrá también (eso espero al menos) que, encontrándose en las primeras etapas de lectura de los libros del Tibetano, el humilde punto de vista aportado pueda servirles como ayuda (o al menos como estímulo para seguir estudiando). En todo caso, el tema tratado siempre podrá considerarse como un "pensamiento simiente", el cual, debidamente enfocado, puede acrecentar la comprensión grupal y estimular (si cabe) el crecimiento del grupo de lectores, sean estos principiantes o avanzados.

Entremos en materia.

De forma los mas sintética posible, en el primer Sistema Solar, el Logos desarrolló el Tercer Aspecto de la Deidad, la Inteligencia Activa (3r Rayo). Durante el periodo de existencia del mismo, se impregnó a la materia de la cualidad de la Inteligencia Activa, es decir, toda la materia existente en el Sistema Solar tiene la capacidad de responder de forma inteligente (en mayor o menor medida) a los estímulos que esta reciba.

En este, nuestro actual y segundo Sistema Solar, el Logos debe desarrollar el Segundo Aspecto de la Deidad, el Amor-Sabiduría (2do Rayo), e impregnar con la cualidad del Amor a toda la materia que compone el mismo. La fusión de la materia inteligente y el amor dará paso al Amor-Inteligente.

(Aunque no tenga relación con el terma del alma pero para no dejar incompleto el comentario anterior, cuando el Logos haya finalizado su labor en este segundo sistema, surgirá en un futuro un tercer y último Sistema Solar en el que deberá desarrollar el Primer Aspecto de la Deidad, la Voluntad o Poder (1r Rayo)).

¿Qué es y qué papel juega el alma en todo esto?

En primer lugar recordemos que nos estamos refiriendo al concepto alma humana, ya que almas hay de muchas clases aunque todas pertenezcan al Alma Una.

El Alma es el vínculo de unión entre el Espíritu y la materia. Refiriéndonos al ser humano, la unión del Espíritu o fragmento de la divinidad (La Mónada) y de la materia (Personalidad) dan lugar a la Conciencia que se expresa por medio del Alma, la cual hace de intermediaria entre lo Superior y lo inferior, puesto que la Mónada (Espíritu) no puede manifestarse en los planos inferiores y la Personalidad en los superiores (los diferentes grados de vibración lo impiden). El Alma, encontrándose en el plano intermedio (los subplanos superiores del plano mental) vincula a los dos.

¿Y su función?

El alma, a lo largo de múltiples vidas (reencarnación), debe de ir sutilizando y preparando a los vehículos del ser humano, la personalidad (cuerpos Físico, Emocional y Mental), para que cuando alcancen el grado de perfección requerido (mayor vibración), estos (la personalidad integrada) puedan ser utilizados directamente sin intermediación del alma por el Espíritu (la Mónada).

La personalidad es finita y desaparece tras cada encarnación, pero los átomos permanentes del ser humano (físico, astral y mental), como su nombre indica, permanecen vida tras vida, siendo los receptores del grado de perfección alcanzado por la materia en cada encarnación, grado de perfección que le viene dado por el alma a medida que ésta consigue matizar con el “aspecto Amor” (propósito de este segundo sistema solar) la materia de los cuerpos que utiliza el ser humano en cada vida (personalidad).

Finalmente, cuando el objetivo se ha cumplido (en la cuarta Iniciación), es decir, la materia de la que están compuestos los cuerpos del ser humano (personalidad) ha llegado al grado de perfección exigido (o dicho de otra manera, el Aspecto Amor ha matizado, impregnado y sutilizado toda la materia de los mismos) el Alma ha finalizado su trabajo.

¿Qué ocurre entonces?

“El alma” se disuelve, y su esencia, impregnada con todas las experiencias de su larguísimo periplo junto al ser humano, pasa a formar parte de una esencia mas elevada a la suya hasta ese momento, en el plano Búdico.

“La sustancia” de los tres cuerpos (físico, astral y mental) que habían sido parte integrante de la personalidad, debido a la sutilidad alcanzada y al grado de perfección adquirido pasará a formar parte de la sustancia atómica del primer cuerpo de manifestación de un alma que encarne por primera vez (individualización de un animal), es decir, los átomos permanentes que necesitará esa nueva alma para ir construyendo sus cuerpos en el futuro.

“El ser humano” ya no controlado por su personalidad ni orientado por su alma, desde ese momento será guiado por la Mónada (Espíritu) pasando entonces del 4to Reino (el Humano) al 5to (el Espiritual).

Tres entidades diferentes, que durante un larguísimo espacio de tiempo han trabajado unidas, han conseguido evolucionar entre todas ellas y alcanzar, respectivamente, un grado mas de su escala evolutiva correspondiente.

El tema, evidentemente es mucho mas amplio y complejo que lo expuesto, pero dadas las limitaciones personales y a modo de síntesis (aunque, repito, desde un punto de vista personal), quizás pueda añadir algo mas de comprensión a estos abstrusos temas.

Al margen de esto, quizás a alguien le surja la pregunta "pero, ¿en realidad quiénes somos? ¿Qué es el ser humano? ¿El Alma?, ¿nuestros cuerpos? ¿la Mónada?

Desde mi punto de vista, técnicamente (o en teoría) somos la Mónada (Mónadas humanas, ya que hay de otros tipos), pero en realidad (en la práctica), somos con lo que nuestro estado de conciencia se identifica, estado de conciencia este que viene dado por el grado evolutivo alcanzado por el ser humano en determinado momento de su evolución. Es decir (y según yo lo interpreto), si la conciencia de alguien se identifica con su cuerpo físico y sensaciones, es el elemental físico el que predomina en su conciencia. El ser humano cree entonces ser esa entidad; si es con sus emociones, el elemental astral; con sus pensamientos el elemental mental; si una mezcla de todo lo anterior, se identifica entonces con la Personalidad. Cuando comienza a discernir, observa y es consciente de que, a veces lo que siente, desea y piensa, no es lo que realmente quiere y por ello entra en conflicto, empieza a identificarse entonces con su alma. Cuando pierde el interés en sí mismo y su orientación va dirigida a ayudar y servir a sus semejantes y a trabajar en la consecución del Plan Divino, sabe que es el Alma. Finalmente, cuando la tarea del alma ha concluido y la labor ha sido completada, como yo lo entiendo, deja de ser un ser humano para pasar a formar parte de una Entidad Superior, aunque conservando su individualidad y todo su bagaje evolutivo consigo. Abandona el 4to Reino de la Naturaleza, el de la Humanidad, para integrarse en uno superior, el 5to, el Espiritual.

Por deducción imagino que no es ese el final (la eternidad no puede tener principio ni fin) y, aunque sin capacidad de poder comprender mas allá de lo anterior, por lógica, debería de ir ascendiendo en la escala evolutiva de una Excelsa Entidad a otra de aún mas EXCELSA, y así infinitamente en la Eternidad.

Creo que el tema da para mucho, pero este intento de síntesis puede ser un buen comienzo.

Dani

jueves, 3 de marzo de 2016

DISCERNIMIENTO


 

"El Señor Buda ha expresado que:"
"No hemos de creer en lo dicho, simplemente porque fue dicho; ni en las tradiciones, porque han sido trasmitidas desde la antigüedad; ni en los rumores; ni en los escritos de los sabios, porque han venido de ellos; ni en las fantasías, que se suponen haber sido inspiradas por un deva (es decir, una supuesta inspiración espiritual); ni en las deducciones basadas en alguna suposición casual; ni por lo que parece ser una necesidad analógica; ni por la mera autoridad de nuestros instructores o maestros, sino que hemos de creer cuando lo escrito, la doctrina o lo dicho, está corroborado por nuestra propia razón y conciencia. Por eso, enseñé a no creer lo que oyen decir, sino que, cuando lo crean conscientemente, actúen de acuerdo y plenamente."

La Doctrina Secreta, T. VI. p. 49

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Estrenaremos el blog con un pequeño fragmento de la Doctrina Secreta (H.P. Blavatsky) que se encuentra como prefacio del libro "Iniciación Humana y Solar".

Me ha parecido una buena introducción para recordar a todos los sinceros buscadores de la verdad, de que a veces nuestra devoción, ansias de saber e incluso (¿por qué no?) estrechez de miras, nos hace creer en muchas cosas que llegan a nuestra mente, si estas han sido pronunciadas o escritas (o atribuido al menos) por alguien en quien nosotros hemos depositado toda nuestra confianza. El mismo Tibetano comenta en diferentes fragmentos de sus libros, que la fe ciega en Él y sus enseñanzas no es la forma correcta de proceder. Incluso deja entrever que hasta que no se experimente por uno mismo sus enseñanzas, es preferible un sano escepticismo a una fe obsesiva y ciega devocionalidad.

En la actualidad, Internet posibilita el acceso a una gran cantidad de información permitiéndonos acceder a innumerables textos, libros y artículos. Esta misma facilidad de acceso, lo es también en facilidad para que, por motivos y finalidades muy diversas, se atribuyan a determinados autores y maestros textos que no son suyos.

El poder de atracción que ejerce un escrito al que se le atribuye la autoría a un maestro o autoridad en la materia es muy grande, y cuando no se está lo suficientemente avezado en el tema es fácil confundir o creer todo cuanto circula sobre el. Podemos encontrar abundante información por Internet que es atribuida a diversos maestros, y quien lleva ya cierto tiempo siguiendo sus enseñanzas, con una simple mirada a la forma de expresarse o lo que intenta transmitir, le es fácil deducir que no ha sido escrito por el.

La facilidad que ofrecen las nuevas tecnologías en poder compartir información, permite que haya personas que, aunque de forma bienintencionada, distribuyan esa información sin haberla comprobado previamente por el mero hecho de atribuirse la misma a un maestro. Esta acción  en un principio bienintencionada, acaba siendo contraproducente y produce un efecto contrario al deseado, ya que ofrece argumentos a los detractores de sus enseñanzas, dificultando de esta manera la difusión de las mismas.

Yo aconsejaría a los que se inician en las enseñanzas del Maestro Tibetano (o de cualquier otro Maestro), que procurasen al principio y siempre que sea posible, obtener información de fuentes fidedignas, sitios oficiales y libros originales, enterándose bien antes de compartir algo de que sea verdaderamente suya esa información. Y digo al principio sobre todo, ya que cuando se conoce el estilo y forma de expresarse del maestro (podríamos decir que se conecta con su energía), por regla general, ya no se tienen dudas sobre la autenticidad o no de sus escritos.

El discernimiento es una facultad que se va adquiriendo con el tiempo, la experiencia y los pequeños destellos de intuición que a veces facilitan orientarnos en situaciones confusas, pero su adquisición no está exenta de errores y equivocaciones.

Resumiendo. Como dice Buda en el fragmento que abre el artículo, deberíamos ir aceptando lo que llegue hasta nosotros en proporción a la capacidad de asimilación y estado de conciencia que uno posea, y siempre después de que aquello que creemos cierto venga respaldado en cierta manera por las experiencias que la vida nos aporte, experiencias estas que probablemente tendrán relación directa con nuestro nivel de conciencia y, por consiguiente, con nuestra capacidad de comprensión.

La verdad siempre es verdad hasta que se alcanza un estado de conciencia superior, momento a partir del cual, esa verdad, observada desde una perspectiva mas amplia, llega a no ser del todo completa, pero indica la dirección a seguir para alcanzar una verdad mas plena. De hecho, la verdad siempre es la misma, pero a medida que vamos evolucionando y nuestra conciencia se amplia, vamos obteniendo una percepción mas exacta y perfeccionada de la misma.


Dani