“La
finalidad de la evolución es, llevar al hombre a la compresión del aspecto
egoico y poner la naturaleza inferior bajo su control.”
- Iniciación Humana y Solar -
(La Constitución del Hombre)
El propósito
de la evolución (con respecto al ser humano) es el de encontrar el porqué del
por qué; descubrir por la experimentación, el propósito divino; llegar a
comprenderlo, aceptarlo y trabajar paralelamente con el mismo. Para ello,
previamente debe de educar y “domesticar” a sus vehículos de experiencia en los
tres mundos de esfuerzo (el plano físico, astral y mental).
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“... el
hombre común sólo ha sido hasta ahora plenamente consciente en el plano físico,
semiconsciente en el emocional y comienza a desarrollar la conciencia en el
plano mental...
...ser
consciente en un plano y ejercer control en él, son dos cosas completamente
distintas...”
- Iniciación Humana y Solar -
(Capítulo I. Observaciones Preliminares)
La
conciencia, es decir, aquellas cualidades propias e innatas que el ser humano va
desarrollando gracias a las experiencias que le llegan por medio de los
sentidos (sean estos físicos, astrales o mentales), se encuentra circunscrita
en la mayor parte de la humanidad, a los planos físico, astral y mental, siendo
ésta conciencia por regla general mas arraigada en el plano físico, menos en el
astral, e incipiente en el mental.
Así
mismo se remarca que ser consciente en un plano de existencia no es sinónimo de
control sobre el mismo. Podemos ser plenamente conscientes de una sensación de
antipatía hacia alguien o de crítica hacia la misma y no ser capaces de evitarla.
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“...un
hecho, desde el punto de vista de la humanidad (empleando la palabra hecho en,
sentido científico, como algo demostrado y comprobado más allá de toda duda y
controversia), puede no ser un hecho desde el punto de vista de un Maestro.
Para Él, puede ser tan sólo parte de un hecho mayor, la fracción de un todo.
Puesto que su visión abarca la cuarta y la quinta dimensión, el conocimiento
sobre el lugar que ocupa el tiempo en la eternidad debe ser más exacto que el nuestro. Ve las
cosas desde arriba, como si el tiempo no existiera para Él.”
- Iniciación Humana y Solar -
(Capítulo I. Observaciones Preliminares)
La
verdad (nuestra verdad), la realidad (nuestra realidad), por muy comprobada y
experimentada que ésta sea por nosotros, por nuestra comunidad, por ilustres y
sabios personajes o, incluso, por la inmensa mayoría de la humanidad existente
en ese momento en el planeta, no tiene porque ser “La Verdad ni La Realidad”
absolutas, aunque todos los indicios apunten hacia esa dirección. Nuestro “limitado”
campo de visión nos permite llegar “hasta” donde ese “límite” nos permita investigar
y experimentar, no más allá. Empíricamente, ¿podemos demostrar a un invidente
la existencia del color o a un sordo la existencia del sonido? Esas personas al
no disponer de unos sentidos apropiados (o encontrarse los mismos defectuosos),
no pueden experimentar la verdad y la realidad con respecto a quien sí los
posee. Por tanto y por lógica, su conciencia sobre la verdad y realidad serán
limitados, pero para ellos “su verdad” y “su realidad” serán totalmente ciertas.
La
verdad y realidad evolucionan a medida que le ser humano evoluciona con ellas.
Lo que en un principio creía ser la realidad, con el tiempo y a medida que su
conciencia se expande en la misma medida que su capacidad de entendimiento, ve
que esas verdades y realidades, aunque ciertas en su momento, son inexactas o
incompletas.
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“Con el
conocimiento viene la responsabilidad y el poder -dos cosas para las cuales la
raza no está aún preparada. Por lo tanto, todo lo que podemos hacer es estudiar
y correlacionar, aplicando la sabiduría y la discreción que poseamos,
utilizando el conocimiento adquirido en bien de quienes tratamos de ayudar y
reconociendo que el empleo inteligente del conocimiento acrecienta la capacidad
para recibir la sabiduría oculta. Paralelamente y de acuerdo a la inteligente
adaptación del conocimiento a las necesidades ambientales, debemos aumentar la
capacidad de mantener una discreta reserva y de emplear la facultad
discriminadora. Cuando podamos utilizar inteligentemente el conocimiento,
retenerlo discretamente y discriminar con sensatez, ofreceremos a los
observadores instructores de la raza, la mejor garantía de que estamos
preparados para una nueva revelación.”
- Iniciación Humana y Solar -
(Capítulo I. Observaciones Preliminares)
El
conocimiento conlleva responsabilidad. Esta responsabilidad demanda una
discreción y una capacidad de discernimiento (que debe ir a la par con el grado
espiritual alcanzado) para saber en todo momento qué decir, cómo decir y a quién
decir.
Es un
aviso para navegantes aficionados a publicar artículos de toda índole sin
previamente haber dedicado un mínimo tiempo a investigar sus fuentes, origen y
propósito. Quien adquiere conocimiento adquiere responsabilidad, y cuanto mas
alto es ese conocimiento mas responsabilidad asume. ¿Deberíamos entonces de
abstenernos de difundir ese conocimiento? No. Deberíamos de abstenernos de
difundir aquello que no sabemos con certeza su “real” procedencia, ni toda
información que se encuentre más allá de nuestra capacidad de comprensión,
puesto que si no hemos asimilado la misma difícilmente podremos utilizar
correctamente las facultades de discernimiento y de discriminación.
Dani
