domingo, 18 de marzo de 2018

EL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO (IV) - Tratado sobre Fuego Cósmico (1) -


Este artículo es la continuación de El Dolor y el Sufrimiento (III)

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Como en otras ocasiones, para realizar este estudio he intentado hacer una recopilación exhaustiva de extractos de todos los libros del Maestro y de Alice A. Bailey (25) que tratan sobre estos temas, aunque dada la extensión de toda la obra del Tibetano, podría ser que faltase algún fragmento.

Cada fragmento viene precedido por el título del libro, capítulo y/o sección de donde procede el texto, por si se desea ampliar la información mas allá de lo relacionado estrictamente con el tema.

Las conclusiones (cuando las haya) son personales, por tanto, como tales no tiene porque estarse de acuerdo con las mismas. Son reflexiones e interpretaciones propias de los extractos del Tibetano.

En la última entrada que se publique sobre el tema, si lo deseáis, podréis descargaros la recopilación completa en un documento en formato pdf.

Espero que la lectura de estos artículos (que iré publicando progresivamente al ser demasiado extensa toda la recopilación) pueda seros de utilidad.

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"Tratado sobre Fuego Cósmico" probablemente sea de todos los libros escritos por el Maestro D.K., el mas abstracto y complejo de todos ellos, por lo que no ha de extrañarnos que haya fragmentos que no lleguemos a comprender. Además fue escrito de forma que solo sea asequible para quien su nivel de conciencia y evolución espiritual se lo permitan, añadiendo aún mas dificultad al mismo.

Debido a que el recopilatorio sobre el tema del dolor y del sufrimiento se basa en toda la obra del Maestro Tibetano, es lo que motiva que se incluya dicho libro, pero seguramente buena parte de lo que se pueda leer a continuación difícilmente será comprendido.

Dani

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TRATADO SOBRE FUEGO CÓSMICO (1925) 

“…/… Haré resaltar un hecho significativo que ha sido poco comprendido y ni siquiera captado: las dolencias que padece el vehículo etérico del microcosmos las padece también el del Macrocosmos. Lo antedicho encierra la explicación de los aparentes sufrimientos de la naturaleza. Algunos de los grandes males del mundo tienen su origen en las dolencias etéricas; extendiendo la idea, lo mismo puede decirse respecto a las condiciones planetarias e incluso las solares. Al tratar las causas de las dolencias etéricas en el hombre, quizás percibamos las analogías y reacciones de orden planetario y solar. Se deberá tener muy en cuenta, al estudiar esto, que las enfermedades del cuerpo etérico derivan de su triple propósito y podrían ser:

a. funcionales, afectando por consiguiente la absorción de prana;

b. orgánicas, afectando de esta manera la distribución del prana;

c. estáticas, afectando la trama considerada estrictamente como el “círculo no se pasa” físico, y como elemento separador entre el físico y el astral.

Las tres funciones o propósitos antedichos son de primordial interés, producen resultados totalmente diferentes y reaccionan externa e internamente de distintas maneras.

Consideradas desde el punto de vista planetario sé podrán percibir las mismas condiciones, y el cuerpo etérico planetario (que es fundamentalmente el cuerpo de los planetas sagrados, de los cuales la Tierra no es uno de ellos) también tendrá sus desórdenes funcionales que afectarán la absorción de prana, y sufrirá trastornos orgánicos que alterarán su distribución produciendo dificultades en la trama etérica, el “círculo no se pasa” del Espíritu planetario involucrado. Quisiera advertirles que en los Espíritus planetarios que se hallan en el arco evolutivo divino, los Hombres celestiales, cuyos cuerpos son planetas, la trama etérica no constituye una barrera, sino que (al igual que los Señores kármicos, pero en un plano superior) pueden actuar libremente fuera de los límites de la trama planetaria, dentro de la circunferencia del circulo no se pasa solar.” (33)

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“Excesiva capacidad de extracción de las corrientes pránicas. El primer tipo de desorden funcional mencionado es común y muy difundido (*). Su opuesto se encuentra donde las condiciones de vida son de tal naturaleza que los centros (por estar expuestos y sometidos directa y prolongadamente a las emanaciones solares) se desarrollan excesivamente, vibran muy rápidamente y reciben demasiado prana. Esto es poco frecuente, pero sucede en algunos países tropicales, siendo en gran parte la causa de la molesta debilidad que ataca a sus moradores. El cuerpo etérico recibe el prana o los rayos solares con demasiada rapidez y permite que entre y salga del sistema con excesiva fuerza, dejando a la víctima presa de la inercia y la desvitalización. En otras palabras, el cuerpo etérico se hace perezoso; es como una tela inconsistente (empleando un ejemplo muy familiar), semejante al tejido de una raqueta de tenis que se ha aflojado y ha perdido elasticidad. El triángulo interno transmite las emanaciones de prana con demasiada rapidez, no permitiendo la subsidiaria absorción, y lógicamente sufre todo el sistema; más adelante se descubrirá que la mayoría de las dolencias sufridas por los europeos en la India tienen su origen en esto, y algunas de las dificultades se eliminarán cuidando el bazo y regulando inteligentemente las condiciones de vida.” (34)

(*) La Incapacidad para extraer de las corrientes pránicas

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“…/…Gran peligro y deplorables calamidades amenazan al hombre que despierta dichos centros empleando métodos ilegítimos y experimentando con los fuegos de su cuerpo sin poseer el necesario conocimiento técnico.

Mediante el esfuerzo podrá despertar los fuegos e intensificar la actividad de los centros, pero sufrirá el castigo de su ignorancia destruyendo la materia, quemando los tejidos del cuerpo o el cerebro, ocasionando la demencia y abriendo la puerta a corrientes indeseables y destructoras. No es cobardía ser precavido y cuidadoso respecto a las cuestiones que conciernen a la vida subjetiva. .../…” (35)

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“Durante la iniciación son renovados el poder y la capacidad vibratoria de los centros, lo cual se manifiesta en la vida exotérica como:

Primero. Mayor sensibilidad y refinamiento de los vehículos, lo cual puede causar al principio gran sufrimiento al iniciado; pero le proporciona la capacidad de responder a los contactos que contrarrestan grandemente el sufrimiento incidental. .../…” (36)

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“La línea de menor resistencia no es la ley que rige este aspecto (*). En el poder de atracción del Espíritu para construir formas y en la adaptación de la forma a la necesidad, reside el secreto del dolor y de la resistencia del mundo; el dolor es causado sólo por la resistencia, fase necesaria en el proceso evolutivo. La Ley de Atracción rige al Espíritu, polo opuesto de la materia.” (37)

(*) El segundo Aspecto, el aspecto constructor o Vishnu

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“Se puede decir aquí, con respecto al Logos planetario de nuestro esquema, que:


a. Se encuentra en encarnación física.

b. Ha recorrido la mitad del Sendero de Iniciación cósmica y, en consecuencia, ha de recibir la cuarta iniciación en esta cadena. Por consiguiente, bien puede considerarse este globo como el del sufrimiento y del dolor, pues nuestro Logos planetario experimenta en éste lo que el místico llama “la Crucifixión”.

c. Las vidas de Su cuerpo, por medio de las cuales siente, percibe y experimenta, en este periodo mundial son desgarradas por el dolor y el sufrimiento, porque Su conciencia se halla en el centro del Cuerpo, y ellas tienen la capacidad de sufrir, para que por medio de las mismas Él pueda aprender el significado del desapasionamiento del sistema, desligarse de todas las formas y de la sustancia material y, en la cruz de la materia, alcanzar con el tiempo, la liberación y la libertad del Espíritu.” (38)

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“…/… En el “Día del Juicio” en la quinta ronda o punto de realización de nuestro Hombre celestial, se presenciará un periodo de lucha planetaria en los niveles mentales, que hará que nuestra actual intranquilidad mundial parezca insignificante. Como se indicó anteriormente, la lucha actual se ha producido para poner a prueba la capacidad de los entes en las actuales formas humanas, valorar sus fuerzas mentales y trascender, por el poder de la MENTE, el sentimiento o dolor. …/…” (39)

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“…/… El cuerpo físico del hombre, por ejemplo, considerado como un todo colectivo, compuesto de muchas vidas menores, sufre o prospera, según obre la Inteligencia rectora con amor-sabiduría o contrariamente. El principio manásico anima todo lo que ocurre dentro del aura del hombre, y éste sufre o progresa de acuerdo a como se aplica dicho principio.” (40)

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“La progresión evolutiva en la Luna, fue trastornada e interrumpida súbitamente por la oportuna intervención del Logos solar. El secreto del sufrimiento que impera en la cadena terrestre, que merece el nombre de Esfera del Sufrimiento, y el misterio de la prolongada y dolorosa vigilancia ejercida por el GUARDIAN SILENCIOSO, tienen su origen en los acontecimientos que llevaron a la cadena lunar a su terrible culminación. La agonía y desesperación experimentados en nuestro planeta no existen en ningún otro esquema.” (41)

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(33) Primera Parte. Sección C. El Cuerpo Etérico y el Prana. III La Función del Cuerpo Etérico. 4. Desórdenes del Cuerpo Etérico. (pág. 110)
(34) Primera Parte. Sección C. El Cuerpo Etérico y el Prana. III La Función del Cuerpo Etérico. 4. Desórdenes del Cuerpo Etérico. (pág. 112)
(35) Primera Parte. Sección C. El Cuerpo Etérico y el Prana. V El Movimiento y los Centros. (pág. 155)
(36) Primera Parte. Sección C. El Cuerpo Etérico y el Prana. V El Movimiento y los Centros. 5. Los Centros y la Iniciación. (pág. 190)
(37) Primera Parte. Sección F. La Ley de Economía. I Sus Efectos sobre la Materia. (pág. 196)
(38) Segunda Parte. Sección B. Manas como Factor Cósmico, Humano y del Sistema. I. El Origen de Manas o Mente. 4. Manas y la Cadena terrestre. (pág. 325)
(39) Segunda Parte. Sección B. Manas como Factor Cósmico, Humano y del Sistema. I. El Origen de Manas o Mente. 4. Manas y la Cadena terrestre. (pág. 331)
(40) Segunda Parte. Sección B. Manas como Factor Cósmico, Humano y del Sistema. I. El Origen de Manas o Mente. 4. Manas y la Cadena terrestre. (pág. 334)
(41) Segunda Parte. Sección B. Manas como Factor Cósmico, Humano y del Sistema. III. La Actual Etapa de Desarrollo Manásico en los Tres Grupos. 3. En la Tierra. (pág. 350)






viernes, 9 de marzo de 2018

EL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO (III) - Cartas sobre Meditación Ocultista -


Este artículo es la continuación de El Dolor y el Sufrimiento (II)

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Como en otras ocasiones, para realizar este estudio he intentado hacer una recopilación exhaustiva de extractos de todos los libros del Maestro y de Alice A. Bailey (25) que tratan sobre estos temas, aunque dada la extensión de toda la obra del Tibetano, podría ser que faltase algún fragmento.

Cada fragmento viene precedido por el título del libro, capítulo y/o sección de donde procede el texto, por si se desea ampliar la información mas allá de lo relacionado estrictamente con el tema.

Las conclusiones (cuando las haya) son personales, por tanto, como tales no tiene porque estarse de acuerdo con las mismas. Son reflexiones e interpretaciones propias de los extractos del Tibetano.

En la última entrada que se publique sobre el tema, si lo deseáis, podréis descargaros la recopilación completa en un documento en formato pdf.

Espero que la lectura de estos artículos (que iré publicando progresivamente al ser demasiado extensa toda la recopilación) pueda seros de utilidad.

Dani

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CARTAS SOBRE MEDITACIÓN OCULTISTA (1922)


“El énfasis puesto sobre la importancia de la meditación, es consecuencia lógica de la absoluta convicción, por parte del estudiante, de la necesidad imperiosa de que el Ego domine a la Personalidad.

El hombre, en la actualidad, está dedicado a muchas actividades y, por fuerza de las circunstancias, polarizado totalmente en el yo inferior, ya sea en el cuerpo emocional o en el mental. Quisiera hacer resaltar algo de interés. Mientras la polarización sea o puramente física o emocional, nunca se sentirá la necesidad de meditar. Aunque el cuerpo mental esté activo, no se siente la necesidad de meditar hasta que el hombre haya sufrido muchos cambios y pasado muchas vidas; apurado la copa del placer y del dolor en el transcurso de innumerables encarnaciones; sondeado las profundidades de la vida, vivida totalmente para el yo inferior, hallando que todo eso no satisface. Entonces comienza a dirigir su pensamiento a otras cosas: aspirar a lo desconocido, comprender y sentir dentro de sí los pares de opuestos y percibir en su conciencia posibilidades e ideales nunca soñados. Ha llegado así a un punto donde el éxito, la popularidad y los diversos dones son suyos, sin embargo, no extrae de ellos ninguna satisfacción, persistiendo siempre el anhelo interno, hasta que el dolor es tan agudo, que el deseo de exteriorizarse y elevarse, para llegar a alguien o a algo que está más allá, vence todos los obstáculos. El hombre comienza a dirigirse internamente y a buscar la fuente de su origen. Entonces empieza a meditar, a reflexionar e intensificar la vibración, hasta que, en el transcurso del tiempo, recoge los frutos de la meditación” (22)

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“Por lo tanto, en el momento de la individualización (término empleado para expresar este momento de contacto) tenemos, en el tercer subplano del plano mental, un punto de luz que encierra tres átomos y, a su vez, el mismo punto está contenido en una envoltura de materia mental. Por consiguiente la tarea a realizar consiste en procurar que:

   1. El punto de luz se convierta en llama, aventando constantemente la chispa y nutriendo el fuego.

   2. El cuerpo causal crezca y se expanda desde un ovoide incoloro (que retiene al Ego como lo está la yema dentro de la cáscara del huevo), en algo de rara belleza, conteniendo en sí todos los colores del arco iris.

Ésta es una realidad ocultista. A su debido tiempo, el cuerpo causal palpitará, irradiando internamente una fulgurante llama interna, que gradualmente se abrirá camino del centro a la periferia. Luego horadará esa periferia, utilizando el cuerpo (el producto de millares de vidas de dolor y esfuerzo) como combustible para sus llamas. Consumirá todo; ascenderá hasta la Tríada y (convirtiéndose en uno con Ella) la llama será reabsorbida en la conciencia espiritual -y llevará con ella- empleando el calor como símbolo -una intensidad de calor, cualidad de color o vibración que antes no poseía.” (23)
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“…/… En la tercera iniciación la Mónada es consciente del Ego. El trabajo se realiza con mayor rapidez, debido al refinamiento de lo material y a que la resistencia es un factor que existe únicamente en los tres mundos.

He aquí por qué un Maestro no sufre dolor, mejor dicho, dolor como lo conocemos en la tierra, que es en gran parte dolor en la materia. El dolor que se halla oculto en la comprensión, no en la resistencia, se siente en los niveles más elevados y llega hasta el Logos mismo. Pero esto está fuera del tema y es casi incomprensible para ustedes, que todavía están trabados por la materia.” (24)

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“Sólo a medida que el discípulo esté dispuesto a abandonarlo todo para servir a los grandes Seres, sin reserva alguna, alcanza la liberación, y el cuerpo de deseos se trasmuta en el de la intuición superior. Servir perfectamente cada día, sin pensar ni calcular para el futuro, lleva al hombre al estado del perfecto Servidor. ¿Puedo sugerir una cosa? Toda preocupación y ansiedad tiene por base principal un móvil egoísta. Temen sufrir más, se acobardan al pensar que tendrán otras experiencias penosas. La meta no se alcanza de esta manera, sino que se llega por el sendero de la renunciación. Quizás signifique renunciar a los placeres, a la buena reputación, a los amigos, o a todo a lo que el corazón se aferra. Digo quizás, no que sea así. Sólo trato de indicarles que si ese es el camino, por el cual tienen que llegar a la meta, entonces es el camino perfecto para ustedes. Todo lo que lleve rápidamente a Su Presencia, a Sus Pies de Loto, debe ser deseado por ustedes y ansiosamente bienvenido. “ (25)

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“Lo que la Personalidad ha tardado muchos cientos de vidas en establecer, no será fácilmente alterado, cuando el Ego actuando en la conciencia inferior- trate de efectuar un cambio. La trasferencia de polarización del emocional al mental, de éste al causal y, más tarde, al triple Espíritu, necesariamente implica un período de gran dificultad, de violento conflicto, tanto interno como con el medio ambiente, de sufrimiento intenso y de aparente oscuridad y desintegración; todo esta caracteriza la vida del aspirante o del discípulo.” (26)

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“Estoy tratando de darles una idea general de los riesgos inherentes a un desenvolvimiento prematuro de los poderes que se logran con la meditación. Trato de hacer una advertencia, no de desalentarlos, insistiendo solamente sobre la necesidad de la pureza física, la estabilidad emocional y el equilibrio mental, antes de que el estudiante obtenga mayores conocimientos. Sólo en la medida en que se abre el canal a la intuición y se cierra a la naturaleza animal, puede el hombre proseguir inteligentemente con su trabajo. Sólo en la medida en que el corazón aumenta su capacidad de sufrir a la par de todo lo que respira, en amar a todo cuanto se ponga en contacto y en comprender y simpatizar con la menos deseable de las criaturas de Dios, podrá llevar adelante el trabajo según se desea. Sólo cuando el desarrollo sea equitativo, el intelecto no sobrepase demasiado al corazón y la vibración mental no elimine a la vibración superior del Espíritu, se le puede confiar al estudiante la adquisición de poderes que, mal empleados, ocasionarían un desastre en su medio ambiente, como también así mismo. Únicamente en la medida en que se abstenga de crear pensamientos, salvo con el propósito de ayudar al mundo, se le puede confiar el poder de manipular la materia mental. Sólo cuando no tenga otro deseo que el de descubrir los planes del Maestro y luego ayudar decididamente a que esos planes se manifiesten, se le puede confiar las fórmulas que pondrán bajo su control a los devas de grado inferior. Los peligros son tan grandes y tantos los riesgos que amenazan al estudiante no advertido, que he creído necesario hacer este llamado antes de seguir adelante.” (27)

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“Los Hermanos Negros son -nunca lo olviden- hermanos equivocados y descarriados, aunque hijos del mismo Padre, que se han extraviado en lejanas tierras. El camino de retorno será largo para ellos, pero la misericordia de la evolución, inevitablemente, los obligará a volver por el sendero de retomo en ciclos distantes. Quien sobreexcite la mente concreta y consienta cerrarse continuamente a lo superior, corre el peligro de desviarse por el sendero de la izquierda. Muchos son los que se desvían así, pero... vuelven sobre sus pasos y evitan cometer los errores en el futuro, así como el niño que se quema una vez, evita acercarse al fuego. El hombre que persiste, a pesar de las advertencias y del dolor, es el que finalmente se convierte en un hermano de la oscuridad. Al principio, el Ego lucha denodadamente para impedir que la Personalidad se desarrolle de esta manera, pero las deficiencias del cuerpo causal (no olviden que nuestros vicios no son más que nuestras virtudes mal empleadas) hace que éste se desequilibre y desarrolle excesivamente en un sólo sentido y esté lleno de huecos y brechas allí donde deberían hallarse las virtudes.” (28)

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“El hermano negro no tiene en cuenta el sufrimiento que puede ocasionar, ni se preocupa de la agonía mental que podría causar en su adversario; persiste en sus propósitos y no los abandona, aunque dañe a alguien, sea hombre, mujer o niño, con tal que sus propios fines se cumplan. No hay que esperar compasión de quienes se oponen a la Fraternidad de la Luz.” (29)

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“…/… La tensión es actualmente grande, y la fuerza que afluye a los diferentes centros puede causar sensación de fatiga, tensión, excitación y desasosiego, si no está controlada debidamente. El secreto del control, que reside en la no-resistencia, es conocido por muy pocos, de ahí la intensidad de las emociones, de las reacciones violentas y de la actual ola de delincuencia, siendo en gran parte resultado de fuerzas erróneamente empleadas y aplicadas, manifestándose en todas las esferas de la vida; únicamente quien conoce el secreto de ser nada más que un canal, y aún mora tranquilo en el lugar secreto, puede pasar por la presente crisis sin excesivo dolor y malestar. La fuerza estimulante -tal como se manifiesta ahora- produce dolor y la reacción consiguiente, y debe resguardarse de ella con la misma precaución que de su opuesta, la pérdida de vitalidad -resguardarse, no en el sentido de cerrarse a la fuerza estimulante, sino recibirla, pasándola a través del propio ser, y sólo absorbiendo de ella lo que puede retenerse. Entonces el resto es exteriorizado como agente curativo y retornará al depósito general. El verdadero significado esotérico de la fuerza de la naturaleza, de las corrientes eléctricas del universo y del calor latente acumulado, en todas las formas, es todavía poco comprendido por los Científicos exotéricos y los presuntos estudiantes de ocultismo. …/…” (30)

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“Únicamente lo que la conciencia interna comprende y capta como una realidad experimentada, sirve de algo en el difícil sendero del desenvolvimiento ocultista. Las teorías y los conceptos intelectuales de nada sirven, simplemente aumentan la responsabilidad. Solo cuando estas teorías resistan la prueba y, por consiguiente, se las conozca como realidades en la naturaleza, sólo cuando los conceptos mentales se desarrollen y demuestren en el plano físico como experiencia práctica, el estudiante estará en condiciones de indicar el camino a otros buscadores y tender la mano a los que siguen detrás. Decir: oigo, podrá ser de valor y alentador; agregar, creo, podrá dar más seguridad; pero lo que se necesita en esta hora más oscura de Kalí Yuga, es emitir la nota clara y decir, sé. Quienes saben, son todavía pocos. No obstante el saber es perfecta y plenamente posible y sólo demanda, del estudiante que se halla en el sendero, persistencia, sinceridad y la capacidad para mantenerse firme en el sufrimiento.” (31)

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“Al cerrar esta serie de cartas, deseo trasmitirles algo de aplicación general, pues quiero hablarles acerca del servicio y de su perfecta prestación. Lo que voy a decir a este respecto será de aplicación vital. Tengan siempre presente que la adquisición material del conocimiento para beneficio propio, produce estancamiento, obstrucción, indigestión y dolor, si no se trasmite a otros con inteligente discriminación. El alimento absorbido por el cuerpo humano si no es asimilado y distribuido por el sistema, causa las mismas condiciones mencionadas. La analogía es exacta. Muchas personas reciben hoy enseñanza para beneficio del mundo necesitado y no exclusivamente para su propio provecho.” (32)

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(22) Carta II. La Importancia de la Meditación. 3 de junio de 1920. (pág. 21)
(23) Carta III. Puntos a Considerar cuando es Asignada una Meditación. 3. La Condición Kármica del Triple Hombre. 9 de junio de 1920. La gravedad específica y el contenido del cuerpo causal. (pág. 36)
(24) Carta III. Puntos a Considerar cuando es Asignada una Meditación. 4. Condición del Cuerpo Causal. 16 de junio de 1920. La relación del Ego con la Jerarquía. (pág. 40)
(25) Carta III. Puntos a Considerar cuando es Asignada una Meditación. 5. La Necesidad Inmediata de la Época y la Disponibilidad del Individuo. 18 de junio de 1920. Algunas Palabras de Aliento. (pág. 44)
(26) Carta IV. Empleo de la Palabra Sagrada en la Meditación. 26 de junio de 1920. Efectos de la Meditación Ocultista sobre los Centros. (pág.)
(27) Carta V. Peligros a Evitarse en la Meditación. 22 de Julio de 1920. La Retención de la Información. (pág. 76)
(28) Carta V. Peligros a Evitarse en la Meditación. 25 de setiembre de 1919. La Fraternidad Negra. (pág. 106)
(29) Carta V. Peligros a Evitarse en la Meditación. 25 de setiembre de 1919. La Fraternidad Negra. (pág. 107)
(30) Carta VI. Empleo de Formulas o Formas en la Meditación. 3. La Línea del Mahachohan. 17 de agosto de 1920. La Comprensión de la Fuerza. (pág. 137)
(31) Carta VI. Empleo de Formulas o Formas en la Meditación. 21 de agosto de 1920. El Empleo Colectivo de las Fórmulas. (pág. 145)
(32) Carta IX. La Resultante Vida de Servicio. 16 de setiembre de 1920. (pág. 248)





jueves, 1 de marzo de 2018

EL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO (II) - Iniciación Humana y Solar -


Este artículo es la continuación de El Dolor y el Sufrimiento (I)

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Como en otras ocasiones, para realizar este estudio he intentado hacer una recopilación exhaustiva de extractos de todos los libros del Maestro y de Alice A. Bailey (25) que tratan sobre estos temas, aunque dada la extensión de toda la obra del Tibetano, podría ser que faltase algún fragmento.

Cada fragmento viene precedido por el título del libro, capítulo y/o sección de donde procede el texto, por si se desea ampliar la información mas allá de lo relacionado estrictamente con el tema.

Las conclusiones (cuando las haya) son personales, por tanto, como tales no tiene porque estarse de acuerdo con las mismas. Son reflexiones e interpretaciones propias de los extractos del Tibetano.

En la última entrada que se publique sobre el tema, si lo deseáis, podréis descargaros la recopilación completa en un documento en formato pdf.

Espero que la lectura de estos artículos (que iré publicando progresivamente al ser demasiado extensa toda la recopilación) pueda seros de utilidad.

Dani

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INICIACIÓN HUMANA Y SOLAR (1922)

“El cuarto punto que los hombres deben conocer y comprender como realidad fundamental, es que esta Jerarquía está compuesta por quienes han triunfado sobre la materia y han llegado a la meta por el mismo camino que siguen hoy los individuos. Estas personalidades espirituales, adeptos y Maestros, han luchado y bregado por obtener la victoria y el control en el plano físico, y se han enfrentado con los miasmas, brumas, peligros, dificultades, angustias y dolores de la vida diaria. Han hollado cada paso del sendero del sufrimiento, han pasado por todas las experiencias, han superado todas las dificultades y han triunfado. Estos Hermanos Mayores de la Raza han sufrido la crucifixión del yo personal y saben de la total renuncia del aspirante. No existe ninguna fase de agonía, ningún sacrificio consumado, ninguna Vía Dolorosa por la que no hayan pasado, y en esto radica Su derecho a servir y el poder de Su demanda. Conocedores de la quintaesencia del dolor, de la profundidad del pecado y del sufrimiento, Sus métodos pueden ser exactamente adecuados a las necesidades individuales; pero al mismo tiempo su compresión de que la liberación se obtendrá por medio del dolor, el castigo y el sufrimiento, y su captación de que la liberación se obtiene mediante el sacrificio de la forma, a través de los fuegos purificadores, basta para proporcionarles un firme apoyo y la capacidad de persistir, aun cuando la forma aparente haber sufrido suficientemente, y el amor, que triunfa sobre todos los obstáculos, esté fundado en la paciencia y la experiencia.” (12)

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“El hombre debe aprender, a través de la experiencia y el dolor, la realidad de la dualidad de toda existencia. Habiéndolo aprendido, elige lo que concierne al aspecto espíritu plenamente consciente de la divinidad, y también a centrarse en ese aspecto. Al alcanzar la liberación, se da cuenta en verdad que todo es uno, que el espíritu y la materia son una unidad y que solo existe lo que se halla en la conciencia del Logos planetario, y en círculos más amplios, en la conciencia del Logos solar.



La Jerarquía aprovechó de este modo la facultad discriminadora de la mente, cualidad que caracteriza a la humanidad, para que el hombre, mediante el equilibrio de los pares de opuestos, alcance su meta y encuentre el camino de regreso a la fuente de origen.” (13)

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“Discípulo es aquel que transfiere su conciencia de lo personal a lo impersonal, y que durante la etapa de transición soporta necesariamente muchas dificultades y sufrimientos, provenientes de varias causas:
a. De su yo inferior, que se rebela en contra de la transmutación.

b. De su grupo inmediato, de sus amigos y familiares que se rebelan ante su creciente impersonalidad. No les agrada ser considerados uno con él, en el aspecto vida, y sin embargo independientes de él, en lo que respecta a deseos e intereses. No obstante, la ley rige, y sólo cabe verdadera unidad en la vida esencial del alma. Descubrir lo que la forma es, causa muchos sufrimientos al discípulo, pero el camino conduce eventualmente a la perfecta unión.” (14)

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“Se debe acentuar, especialmente en todos los discípulos, el valor del desapasionamiento. La falta de discernimiento no es un obstáculo para el discípulo en estos días, debido al desarrollo de la mente; pero sí lo es, con frecuencia, la falta de desapasionamiento. Esto significa obtener ese estado de conciencia donde se observa el equilibrio y no dominan el placer ni el dolor, porque han sido reemplazados por la alegría y el gozo.” (15)

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“El discípulo debe aprender a permanecer silencioso ante el mal, a callar ante los sufrimientos del mundo, sin perder tiempo en quejas inútiles y en demostraciones de dolor, sino tratar de aligerar la carga del mundo, y trabajar sin perder energías en palabras.” (16)

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“El sufrimiento sobreviene cuando el yo inferior se rebela. El yo inferior controlado y la eliminación del deseo, traen alegría.” (17)

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“El aspirante conoce el valor oculto del dinero en el servicio. No busca nada para sí, excepto aquello que puede equiparlo para realizar el trabajo, considerando el dinero y lo que el dinero procura, como algo que debe ser empleado para los demás, y como medio para lograr la fructificación de los planes del Maestro, tal como él los percibe. Muy poco es comprendida la significación oculta del dinero, sin embargo, una de las grandes pruebas para determinar el lugar que ocupa el hombre en el sendero de probación, concierne a su actitud y al manejo de lo que todos los hombres buscan con el fin de satisfacer sus deseos. Quien nada desea para sí puede ser el receptor de la abundancia financiera y el distribuidor de las riquezas del universo. Por el contrario, si aumenta su riqueza, le acarrea dolor y angustia, descontento y perversión.” (18)

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“El hombre que recibe la cuarta iniciación, la Crucifixión, suele tener una vida de gran sacrificio y sufrimiento. Es la vida del hombre que hace la Gran Renunciación, y que aún exotéricamente es considerada difícil, intensa y penosa. Todo lo abandona, hasta su perfecta personalidad misma, sobre el altar del sacrificio, y queda despojado de todo. Renuncia a amigos, dinero, reputación, carácter, posición, familia y hasta a la vida misma.” (19)

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“Los centros reciben en la iniciación una nueva afluencia de capacidad vibratoria y de poder, que en la vida exotérica da por resultado:

  1. El refinamiento y la sensibilidad de los vehículos, que al principio puede ocasionar mucho sufrimiento al iniciado, pero que produce la capacidad de responder, lo cual compensa ampliamente el dolor incidental.” (20)
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“Cuando el amor a todos los seres, sin tener en cuenta quienes son, comienza a ser una realidad en el corazón del discípulo y, al mismo tiempo, el amor a sí mismo no existe, indica que se está acercando al Portal de la Iniciación y puede prestar los juramentos preliminares necesarios, antes de que su Maestro entregue su nombre como solicitante de la iniciación. Si no le importa el sufrimiento y el dolor del yo inferior, si le resulta indiferente ser feliz o no, si el único propósito de su vida es servir y salvar al mundo y si las necesidades del prójimo son para él de mayor importancia que las propias, recién entonces el fuego del amor irradia de su ser y el mundo podrá sentirse confortado ante sus pies. Este amor debe ser una manifestación probada y práctica y no sólo una teoría ni simplemente un ideal impracticable y un sentimiento grato, sino algo surgido de las experiencias y pruebas de la vida, de tal modo que el primer impulso de la vida sea el autosacrificio y la inmolación de la naturaleza inferior.” (21)

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(12) Capítulo III. El Trabajo de la Jerarquía. Dar el Ejemplo a la Humanidad. (pág. 34)
(13) Capítulo IV. La Fundación de la Jerarquía. La apertura del Portal de la Iniciación. (pág. 41)
(14) Capítulo VIII. El Discipulado. Descripción de un Discípulo. (pág. 68)
(15) Capítulo VIII. El Discipulado. El trabajo que debe realizarse. (pág. 69)
(16) Capítulo VIII. El Discipulado. El trabajo que debe realizarse. (pág. 70)
(17) Capítulo VIII. El Discipulado. Relaciones grupales. (pág. 72)
(18) Capítulo VIII. El Discipulado. Relaciones grupales. (pág. 73)
(19) Capítulo IX. El Sendero de la Iniciación. Las dos Iniciaciones siguientes. (pág. 81)
(20) Capítulo XIII. Los Cetros de Iniciación. El efecto de la Aplicación del Cetro. C. En los centros. (pág. 118)
(21) Capítulo XIX. Reglas para Aspirantes. Regla Uno. (pág. 156)